Afrocolectiva consolida su estrategia de justicia digital con el cierre de su primera Escuela Digital en Cali. 20 activistas afrodescendientes presentan herramientas de autodefensa y narrativas propias para combatir la violencia sistémica en redes, tras un proceso de formación junto a referentes del antirracismo y la tecnología.

En esta reflexión, Favour Ekaezunim analiza la paradoja que encierra el mes de octubre para el pueblo nigeriano: del 1 de octubre, día de la “independencia”, al 20 de octubre de 2020, cuando el ejército asesinó a manifestantes pacíficos del movimiento #EndSARS en el peaje de Lekki. A pesar del crecimiento económico y del auge tecnológico del país, la desigualdad, la inflación y la represión estatal siguen marcando la vida de millones. El texto recuerda cómo la juventud nigeriana transformó el dolor en resistencia, exigiendo justicia, transparencia y el fin de la brutalidad policial. A cinco años de la masacre, #SoroSoke (“levanta la voz”) permanece como un grito de dignidad que clama por una Nigeria verdaderamente libre y justa.

En esta entrevista de Alejandra Pretel, las creadoras de Ebony Sunset y Fiesta Kilombo —Florencia Gomes (Dj Flauer), Sharlyn Barquero (Dj Nina) y Karen Morán (Queen Kilombo)— comparten cómo sus proyectos se han convertido en pilares de la escena afrodescendiente de Buenos Aires. Ambas iniciativas, lideradas por mujeres afroargentinas y afrocostarricense, promueven la cultura negra, la colectividad y el goce como herramientas de transformación. Kilombo celebra la música y el encuentro desde la pista, mientras Ebony articula arte, emprendimiento y economía circular afrocentrada. Juntas, construyen espacios de visibilidad, orgullo y resistencia antirracista, consolidando una red que conecta la afrodiáspora latinoamericana con la creación cultural contemporánea. Desde la autogestión, el activismo y el amor colectivo, estos proyectos redefinen lo que significa ser y celebrar la negritud en Argentina.

En este poderoso texto poético, una voz colectiva interpela al mundo frente a la violencia que se repite en distintos territorios: Palestina, El Congo, Sudán, Haití, Colombia. Con un tono desgarrador, denuncia el genocidio continuo contra los pueblos negros, indígenas y oprimidos, heredero del sistema colonial y capitalista global. La autora reflexiona sobre la impunidad del poder, la indiferencia ante el dolor ajeno y la responsabilidad del Norte Global, recordando las palabras de Seun Kuti, quien llama a liberar primero a Europa del racismo y del imperialismo. La pregunta —“¿Quién va a parar todo esto?”— resuena como una plegaria y una advertencia, un eco ancestral que clama por justicia, memoria y libertad verdadera para los pueblos del Sur.

En esta reflexión, Andrés David Tobar Rivas propone un diálogo entre el imaginario afrofuturista de Wakanda y las experiencias históricas de autonomía negra en América Latina, como los quilombos brasileños y los palenques colombianos. Desde la idea de Améfrica Ladina de Lélia Gonzalez, el autor plantea que los futuros afrodiaspóricos no se proyectan únicamente hacia adelante, sino que se enraízan en la ancestralidad, la colectividad y la soberanía territorial. A través de ejemplos como la arquitectura de Diébédo Francis Kéré y las prácticas comunitarias cimarronas, el texto invita a imaginar un afrofuturismo latinoamericano, donde el progreso no se mida por la modernidad occidental, sino por la reconexión entre memoria, territorio y futuro compartido.